Salinidad
La salinidad reduce la capacidad para absorber agua y nutrientes de la planta del tomate y por eso afecta directamente a la producción.
Los tomates tienen una tolerancia moderada a la salinidad y crecerá con una Conductividad Eléctrica (CE) hasta 2,5 mS/cm sin reducción de la producción. Por encima de este nivel de CE, la producción se ve gradualmente reducida, pero la reducción depende de la variedad.
El nivel de CE, tipo de salinidad y el equilibrio entre los nutrientes en la solución influirá en la calidad de los tomates producidos.
Altos niveles de CE provocarán:
- Reducción en el tamaño del fruto (tabla Salinidad y tamaño del fruto). Agregando potasio se corregirán los síntomas.
- Aumento en azúcares (tabla Salinidad y SST) igual que el contenido de ácidos en el fruto mejorando el sabor.
- Incremento en la firmeza del fruto y el grosor del epicarpio (piel), mejorando la vida de almacenamiento.
- Reducción de la harinosidad del fruto entero, mejorando la textura.
- Un aumento en el contenido de pigmentos, mejorando la coloración. Pero es importante cuidar que la CE no supere 5 porque provocará una disminuición en la concentración de pigmentos.
Aplicando sal (cloruro de sodio) para incrementar la CE se mejora el sabor y la firmeza de los tomates. Pero demasiado cloruro de sodio puede ser tóxico para la planta del tomate y frenar el crecimiento (tablas Salinidad y retención de follaje y Salinidad y tamaño de la planta) drásticamente reduciendo la producción.
Incrementar el potasio y el calcio en las plantas bajo estrés de cloruro de sodio mejorará el crecimiento y la producción de tomate.